Bandera

Bandera
:)

cosecha.

Sonrisas dadas: 237

Sonrisas recogidas: 178

Buen promedio!

Siga así y acabará reciviendo tantas que será imposible contarlas con nuestro sistema numérico actual!!!

Sonrie!

la niña burbu!!


La gustaba pasear y observar los matices, colores y formas de la gente.
Ella era la niña pompa y vivía rodeada de una burbuja muy cómoda y confortable, donde podía mirar y mirar sin que nadie la viese el rostro.
Su burbuja era de colores distintos cada día, cambiaban a la par que ella,  lo que más le gustaba era ver el mundo a través del fucsias, lavandas y morados … reflejaban un sentimiento hermoso.
Muchas personas fueron escrutadas a lo largo de su vida,
algunas la daban miedo,
 sobre todo los niños alfiler.
Otras pena,
 como la gente espejo, que se concentraban tanto en reflejar a los demás que no sabía ni quiénes eran,
 algunas sin embargo resultaban divertidas:
 por ejemplo los niños perro, eran muy juguetones y se sentía a gusto con ellos,
 nunca la mentían simplemente porque no sabían.
 Con ellos se sentía casi segura.

Nunca se había quitado su caparazón ante nadie, aunque feliz, llevaba una vida bastante solitaria, pues en nadie confiaba.
Un día eléctrico corría por la calle de puro contento (¡una libélula se la había posado en la mano!) y al girar una esquina…
¡Plofff!
Se acababa de chocar con un Señor Ventana,
¡Casi le rompe! 
La Niña Pompa no sabía dónde meterse, todo a su alrededor se tiñó de rojo, y en sus mofletes aparecieron sendos coloretes.
Tartamudeando mil disculpas y muy  aturullada, aceptó la mano que el Señor Ventana le tendía y muy azorada comenzó a caminar con él, movida por una extraña inercia.
-          ¿Por qué no tomamos un café?, nunca había visto a una burbuja como tú- tras el cristal  se veían muchas cosas, y en ese momento una sonrisa enorme se superpuso a todo.
-           Con mucho gusto señor, aunque no tomo café- decidió acompañarle ya nunca en su vida había visto un interior tan hermoso, poca gente sonreía así.- pero iré encantada pues yo tampoco conozco a una ventana tan transparente cómo usted.

De la mano caminaron hasta que en un jardín entraron.
Allí jugaban bebés flores entre los árboles, muchos de ellos eran almendros, que son unos árboles con unos dibujos rosas muy hermosos,
 le gustaban porque nunca estaban tristes, ella solía sentarse a leer a su sombra.

Se adentraron en un sendero custodiado a sus lados por unos gigantes  según el señor Ventana eran hayas, muy sabias por todos los años que vivían.
Llegaron a un claro en cuyo centro se encontraba una mesa redonda de piedra y un perchero de madera muy alto.
Con una petición tras la ventana, el señor retiró con cuidado y muy despacio la burbuja de la niña, que se había quedado paralizada por el miedo,  la colocó en el perchero para que la chica pudiese verla en todo momento.
-          ¡Huir! ¡correr!- eso fue lo que cruzó como un rayo por la mente de la Niña Sin Pompa, pero lo que hizo fue muy distinto, se sentó en la mesa con el hombre ventana.
Mientras la niña se acercaba, el señor abrió una rendija de su cara y sacó dos tazas y una hermosa botella de color violeta.
-          Es zumo de caramelo, ya que no tomas café.

¿Qué más contar de ese día?

Que aprendió a confiar con el Señor Ventana, muchos días lo fue a visitar y acabó por quitarse ella misma la burbuja antes de empezar a hablar con él.
Fue el primer Amigo de otros pocos.
Pues ahora, cuando encontraba a alguna persona-cosa que la gustaba ya no tenía miedo de que la dañasen y se mostraba tal y como era.

No obstante…
Un día acudió preocupada a hablar con él.
¡Ya no cabía en su burbuja!, le quedaba pequeña.
(Asomaban sus piececitos descalzos)
Una vez más él le resolvió todas sus dudas.
La explicó que no tenía nada que temer,
Que lo que la sucedía es que estaba creciendo y que solo necesitaba fabricar una pompa diferente.

Anonadada, flipada, ¡incluso pasmada!, se quedó, pues nunca hubiese imaginado que podía crecer.

 Fue a dar un paseo para pensar en cómo hacer su nueva protección.
Se sentó en el suelo y despacito retiró la burbuja, miró al cielo y con una sonrisa por la que se escapó un suspiro la soltó.
La burbuja se alejó flotando.

A partir de ese día cualquier persona que se interesase  podía verla en el interior de su nueva pompa, pues ya no usaba esta para protegerse.

Además, la nueva pompa era de quita y pon.

La fabricaba cada mañana antes de salir de casa.

Y aunque a veces se encontrase con algún chico aguja, que hacía que estallase en mil pedazos.
¡Ya no tenía miedo!

Pues cada día encontraba cosas nuevas con que rehacerla.

Así fue como me sentí una época de mi vida, por suerte desperté al sueño que es la vida.

La física cuántica opina que es el observador el que hace que cambie el experimento,
mírate.
Investiga.
Gira el foco y alúmbrate.

Busca. 

No se me ocurrió un titulo... xD

El momento en el que se produce una minúscula grieta en una presa de agua puede que al principio solo veas una mancha de humedad en la pared, a veces ni siquiera reparas en ella.
Luego aparece el musgo esponjoso y de color verde, en eso si que te fijas, estos bosques en miniatura son muy lindos. J
Un día después de un tiempo, paseas por la presa y te sorprendes al ver que hay un pequeño hilito de agua que resbala entre la piedra del muro.
Pero todo esto no es nada si lo comparas con un día cualquiera, sentado en el porche de tu cabaña, expirando suave y tranquilamente el humo de tu pipa… alucinas al ver que las paredes de la presa quebraron sin previo aviso y una cascada de agua cae hacia el valle.
Tu cara es un poema muy gracioso.
En ese momento, justo en ese y no en otro, es cuando te das cuenta de lo asombroso que es todo, de tu gran comprensión e incomprensión.

Lo que apenas comenzó como escasas moléculas de agua acaba siendo torrente si le das el tiempo necesario.

El bosque!!!

Colores, arena, aire, espacio…
Son los elementos que se entremezclaban en el desierto,
Oteas el horizonte.
Y en mitad de la inmensa nada, solo se ven cambiantes y ondulantes dunas.
Hace una hora aproximadamente que se desató una tormenta,
El viento azota tu cara,
Revuelve tus cabellos y  te impide ver el cielo y las estrellas
Ahuecando la mano como si de una visera se tratase, achicas los ojos y tú vista se esfuerza por ver el camino.

Porque sabes que hay uno.

O al menos  eso crees.

 Dudas si la dirección de tus pasos es la correcta.
Si miras atrás, intentando ver tus huellas, descubrirás que se han esfumado,
Como una hoja en mitad de un viento huracanado.
Con lo que solo queda volver la cabeza hacia delante, sujetar el pañuelo que cubre parcialmente tu rostro,
 y continuar.
Tratar de ver si vas por el buen camino,
 el único camino,
qué, de hecho, ni siquiera sabes con certeza si existe.
Solo escuchaste susurros acerca de él en un bar… los parroquianos comentaban que conducía a un lugar mágico y secreto donde habitaba un sabio.
Nada más oírlo algo en tu ser se removió,
Una fuerza extraña te empujó a buscar el camino oculto a pesar de tus dudas.
Y eso que tenías muchas.
Dudas,
Entre continuar o retroceder.
Pero temes vivir con la decepción de haberte rendido antes de tiempo.

Antes de encontrar Dios sabe qué.

Miras a lo lejos…
No estás muy seguro pero te parece entrever una silueta en el horizonte.

¿Será un espejismo?

Te acercas, tus pupilas van captando detalles y una imagen se forma en tu mente.
Dos metros de altura, marrón, estructura rectangular… ¡es el marco de una puerta!

¡Oh! No…
DECEPCIÓN.
El marco de una puerta que no conduce a ningún lugar, tras ella, la nada, el aire, más dunas, el mismo paisaje,
Solo el cambiante desierto.
Aún así, decides acercarte a ver el extraño y estúpido monumento que alguien decidió plantar en mitad del culo del mundo, no tienes otra cosa mejor que hacer.
Estás abatido, confirmas que tras ese marco no hay nada diferente.

Solo arena, montones.

Con un gesto cansado te apoyas en la madera.
Piensas que todo el esfuerzo e ilusión no has servido para nada,
Que la búsqueda ha sido una locura,
Ya te lo había dicho la Gente…
Para colmo de males no te queda agua en la cantimplora,
Sientes como tus piernas flaquean,
No tienes fuerzas para seguir.
Te desplomas.
Caes…

¡¡¡Plofff!!!
¡¿Dónde demonios estas?!
Verde… todo es de ese color.
Olor… ummm, a tierra húmeda y a flores de primavera.
Música de pájaros entra por tus cavidades auditivas…

Te levantas con una energía que parece imposible que tengas…
Observas tu alrededor, ¡es un bosque!

El pecho comienza a vivir por cuenta propia y retumba con un ritmo rápido.
No quieres creer que has encontrado ese lugar del que oíste hablar…
Piensas que estas delirando en medio del desierto, que es una alucinación...
¡Pero el lugar es tan maravilloso que te importa un rábano todo eso!
Decides que quieres disfrutar, aunque sea una Ilusión.

Al mirar más detenidamente te das cuenta de que justo enfrente hay una roca que señala el inicio de un sendero de tierra.
Justo encima hay una vela blanca que impide que se vuele un papel.
Te acercas despacito pues piensas que la roca tiene aspecto de ser un altar.
Lees la nota:

*Enciende una vela. Pide un deseo y da las gracias*

La das la vuelta pero está en blanco.
Entre asombrado y flipando obedeces las instrucciones,
Obedeces las instrucciones…
Creo que no leíste bien… J
¡¡Hazlo!!

Cuando comienzas a recorrer el nuevo camino no puedes evitar que una sonrisa aflore burlona en tus labios… te sientes extrañamente libre de pesos y un poco estúpido a la vez.
Pero no te importa, todo parece fluir en este lugar.

¡Chucha! Los árboles son inmensos,
El cielo se ve muy azul entre las ramas.
Parece incluso que todo tu alrededor esté vivo…
Un escalofrío recorre tu espina dorsal y dejas de pensar en esas cosas que hacen que te marees un poco.
Mientras andas te das cuenta de que hay pasos entre la maleza por los que pareciera que ha pasado gente antes, pero decides recorrer primero el sendero principal.
Ya habrá tiempo de investigar más adelante.

Un cartel es el aviso de que hay algo que está cambiando a tu alrededor,
Lo intentas descifrar pero es imposible,
Solo hay garabatos, galimatías, dibujos y símbolos.

           J           

No entiendes ni papa pero te da buen rollo, aunque te desconcierta un poco no entenderlo.
Bueno, está claro que la flecha indica “avanza” en esa dirección.
Avanzas pues.

Los árboles han aumentado de tamaño, parece que te diriges hacia el centro del bosque.
La espesura te impide ver, el sendero se estrecha y llegas a lo que parece un muro de gigantes con una pequeña abertura en la corteza por la que sale luz.

Cruzas y entras en un claro.

¡La os!

Es circular, el suelo está cubierto de musgo, hay flores por doquier, en un extremo corre un arroyo y en un lado se encuentra el mayor árbol que hayas podido imaginar nunca…
Parece una casa…

¡¡¡¡infarto!!!

…Cuando ves aparecer a través de lo que parece ser una puerta a un anciano de barba gris, con aspecto andrajoso y cara de chiflado…

¡Y te saluda con la mano!
-je je je – veo que por fin has llegado jovencit@- murmura mientras se mesa la barba- llevo esperándote toda tu vida…

El aspecto que tiene el señor anciano del bosque te hace dudar de que sea el el gran sabio que andabas buscando… pero lo miras a los ojos y ves su brillo.

Entonces mandas callar a tu mente y te sientas a escuchar lo que él comienza a contarte…


¡hola! La verdad es que no sabía muy bien cómo se comenzaba a escribir un blog… hasta que se me ha ocurrido este cuento mientras… je je je.
¡Mientras estaba en mi bosque!             
Me explico, leí hace algún tiempo un libro sobre la religión druídica,
En el explicaba cómo los druidas “construían” un lugar mental para realizar ciertas prácticas.
(Es decir imaginarte un sitio, recrearlo, dónde te sientas cómodo)
Cada cual lo puede hacer a su gusto, manera y medida.
Y usarlo con igual libertad.
Yo en concreto imaginé un bosque porque estoy enamorada de los árboles y porque estos lugares me dan paz y tranquilidad.

Espero que les sirva!
Un abrazo enormísimo para todos!!

¡El mundo es maravilloso! J ¡vivámoslo!
Libro que recomiendo: El maravilloso universo de la magia. :P

Idea que “creo” que proviene del “alquimista” (libro de paulo coello) y de mi bosque particular, como el patio de mi casa.