La vida es corta, pero puede llegar a ser muy larga y aburrida si la vives de una forma que no quieres.
Escribo estas líneas mientras resuena en mis oídos la banda sonora de Amelie.
Ella encontraba mucho sentido a las pequeñas cosas.
No tienes un destino marcado, eso es lo bonito. ¡Que puedes elegir en cualquier momento lo que quieres hacer!
Desde que nacemos nos van guiando hacia una parte u otra, nos dicen cómo se supone que debemos hacer las cosas.
Que aprender, que pensar, que barra de labios usar, que lugares visitar, lo necesario de un trabajo bien remunerado, de tener una casa, un coche, aprobación social, quizá también un par de niños; te enseñan como sobrevivir.
¡Precisamente eso es lo que no quiero para mi!
Sobrevivir se me queda pequeño al lado de respirar verde un día de lluvia, de vibrar cuando pintas sentimientos, del viento estampándose contra tu cuerpo en la cima de una montaña, o chillar, chillar a los mares que eres libre, libre de encontrar tú camino.
Por eso planteo desaprender todo lo que nos enseñaron, volver a educarnos, para ser quienes realmente queremos ser y dedicarnos a eso que realmente nos queremos dedicar.
Sin miedo a equivocarse.
Porque cada vez que tropiezas estás más cerca.
Significa que andas.
Es como aquel pájaro que sobrevuela la ciudad, ajeno a todo lo de hay abajo... para él no existe otra cosa que el cielo y la corriente de aire que juega con sus plumas...
No te preocupes por no saber qué camino tomar, deja que el viento juegue con tus plumas y te lleve ;)
ResponderEliminarLas preocupaciones solo son acciones sin resolver... mi malvada mente hiperactiva maquina planes que te contaré muy gustosa la semana que viene... si me cede unos instantes de su vida claro... jiji
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