Hay un aspirador en mi tripa,
absorbe y succiona.
Me succiona a mi y a todo el escenario.
Hasta el cuarto se torna borroso,
se entremezclan los colores, hasta tomar aspecto de mar.
Hay un remolino de tormenta en mi corazón.
Y el barco de papel,
el pequeño velero, se disuelve sudando tinta de la china,
las palabras, ya borrosas, se arrastran hasta el fondo..
Donde ya nadie va a leer, donde el candil, hace tiempo se apago.
Por allá anda, bajo la lluvia; siempre pipa en mano y humeante, el viejo marinero barbudo, con berberechos en el pelo. De edad incontable e incontables arrugas.
A la vez: rayo y carcajada.
"Piratita sin pelo en el pecho, se nota que no viviste muchas tormentas (zarandea la pipa de arriba abajo), solo hay que dejarlas pasar, pasándolas de la mejor manera"
"Donde ya nadie va a leer, donde el candil, hace tiempo se apago."
ResponderEliminarUmmmmm que lindooooo
Cuanto evocan esas palabras!!!!!
Volveré.
Saludos.